Curso Online Patrón Embarcaciones Recreo (PER)

Gobierno con caña o rueda.

El gobierno a bordo se refiere a cómo lo conducen. En los barcos más pequeños, el gobierno se suele emplear con una caña.

Una caña es una extensión del timón que sostenemos en nuestras manos, y al desplazarla hacia un lado o hacia el otro, consigue que el timón se mueva hacia el otro lado, lo que a su vez hace que la embarcación caiga hacia un lado o hacia el otro. Si quisiéramos que la proa cayera a babor en avante, pondríamos la caña en el sentido opuesto, a estribor, y viceversa. En atrás, ocurre lo opuesto.

En un gobierno con rueda (se le puede llamar “volante”), la proa continuará en el mismo sentido, es decir, si empujamos la rueda hacia adelante a babor, la proa caerá del mismo lado. Sucede lo mismo que con la caña, que en atrás ocurre lo opuesto.

Velocidad de gobierno. Es la velocidad mínima que debe tener un barco para que funcione el timón adecuadamente.

Arrancada. Se trata de la velocidad de un barco. Un buque con arrancada significa que está en movimiento, en cambio, un barco sin arrancada significa que está detenido. (Sin fondear).

Curva de evolución en marcha avante.

Curva de evolución es el nombre de la trayectoria descrita por el centro de gravedad de un barco a medida que va rotando, conservando la velocidad o sistema de máquinas y un ángulo de timón tenaz.

Para que se produzca este desplazamiento en la embarcación, se deben realizar 3 fases consecutivas desde el comienzo de la maniobra.

Estas 3 fases son:

– Fase de maniobra: desde que se empieza a introducir el timón hasta que la pala alcanza el ángulo que deseamos.

– Fase variable: cuando el ángulo del timón se mantiene firme, pero no se ha alcanzado un equilibrio dinámico entre todas las fuerzas que ejercen sobre la embarcación, por lo que el desplazamiento del barco es cambiante.

– Fase uniforme: Desde el momento en que se logra la estabilización de las fuerzas externas, y se prolonga mientras las condiciones de evolución de la máquina y del timón se mantienen inalterables, definiendo un recorrido de radio incesante.

Durante las maniobras, es importante tener en cuenta que el rabeo es un movimiento cruzado de la popa. Debe tenerse en cuenta cuando viramos, asegurándonos de tener suficiente espacio al otro lado del viraje para evitar que nuestras aletas choquen con otros barcos o con el muelle.

Efecto de la corriente de expulsión y de la presión lateral de las palas sobre un buque que se detiene con el timón a la vía y máquina atrás. Hacia atrás, el chorro de la rotación de la hélice fluye hacia la proa y el agua no toca las palas del timón. Al comienzo del retorno, las palas del timón no tienen efecto, es la presión lateral del agua, impulsada por las palas, la que causa un movimiento lateral de la popa en el sentido de rotación de la hélice.

El efecto de la hélice en la marcha avante. El timón se controla desde el principio y la influencia de la rotación de la hélice es casi nula.

Efecto de la hélice en la marcha atrás. La posición del timón, por delante de la hélice en la dirección de avance, y el efecto de la rotación de la hélice complican la operación.

Para que se produzca este desplazamiento en el barco, se deben realizar 3 etapas sucesivas desde el principio.

Efecto combinado hélice-timón con arrancada avante y máquina atrás.

Al arrancar en dirección hacia adelante, cuando el motor está girando hacia adelante, la superficie delantera de la hélice absorbe agua y la descarga por la parte posterior, de modo que el agua descargada por la hélice cae sobre la pala del timón, debido al arranque. En este caso, la maniobrabilidad del timón se vuelve más eficaz.

Al arrancar hacia adelante y máquina atrás, la hélice absorbe agua hacia la proa, por lo que el timón recibe el flujo de succión de agua que produce la hélice en sentido contrario al flujo de agua (debido al arranque), por lo que las dos corrientes de agua se compensan. En este caso, la maniobrabilidad del timón es menos eficaz.

Cuando se tira hacia atrás y máquina atrás, la hélice traslada el agua a la proa, por lo que el timón resiste el flujo de succión que se complementa al flujo de agua por el arranque. En esta situación, incrementa la maniobrabilidad del timón.

En arrancada atrás y máquina hacia adelante, la hélice succiona agua de la proa y la arroja hacia popa. La dirección inicial del flujo es de popa a proa, donde las 2 corrientes se compensan y se reduce la efectividad del timón.

Ciabogar

Ciabogar es el acto de virar el barco sobre sí mismo.

Podemos gobernar barcos con 1 o 2 hélices, la desemejanza es lo fácil que es de operar. La ciaboga es una pieza imprescindible en muchas maniobras portuarias por falta de espacio, pero también es un recurso útil para avanzar en situaciones en las que es casi necesario utilizarlo, como por ejemplo, en maniobras en bahías o fondeaderos saturados de buques.

Ciaboga con una hélice:

La maniobra se realiza moviendo el barco hacia adelante con el timón a un lado y hacia atrás con el timón al otro lado, repetidamente, y hay que tener en cuenta el efecto de la corriente de la hélice sin arrancar.

– Ciaboga hacia estribor: hacia atrás con el timón a babor. Hacia adelante con el timón a estribor.

– Ciaboga hacia babor: hacia atrás con el timón a estribor. Hacia adelante con el timón a babor.

Ciaboga con dos hélices:

Para buques con 2 hélices, el gobierno es muy simple: con el timón a la vía, se coloca una hélice hacia adelante y la otra hacia atrás.

– Ciaboga hacia babor: La hélice de babor hacia atrás. La hélice de estribor avanzando.

– Ciaboga hacia estribor: la hélice de babor hacia adelante. Hélice de estribor hacia atrás.

Elementos que afectan en la operación:

– Viento: Es el aire en movimiento. El acto del viento en nuestra obra muerta hace que nos desplacemos lateralmente, y el ángulo que hay entre la dirección que estamos tomando (Rumbo Verdadero) y la ruta que realmente estamos tomando (Rumbo de Superficie) se llama abatimiento. Hay que ser consciente de que cuando más obra muerta, hay más abatimiento. El remedio para conseguir llegar a destino con viento es modificar el abatimiento a barlovento.

– Corriente: Se trata del desplazamiento del mar hacia un sentido predeterminado. El resultado que produce se llama deriva. La corriente ejerce su energía sobre nuestra obra viva. Es el peor rival en una operación portuaria, y la mejor forma de enfrentarse a la marea es agarrarla por la proa.

– Olas: Son curvaturas de la mar creadas por el viento, y perjudican a todo el barco, dificultando las operaciones.

– Abatimiento: Desviación de la embarcación a sotavento a causa del viento y de la mar o ángulo entre el rumbo aparente y el rumbo real.

– Deriva: El ángulo que se genera por la proa de un barco y el rumbo de su desplazamiento efectivo en relación con el fondo.

– Libre a sotavento: Supone que hay que aislarse de cualquier amenaza que esté a nuestro sotavento (boyas, rocas, playas, bajos, etc.). Se deben considerar varias precauciones.